El Yoga tiene una parte activa y una parte relajante. Muchas de las posturas invitan al aquietamiento de la mente, a la relajación y la oportunidad de distender el cuerpo. Al practicar las adecuadas para serenarse, otorga un alivio al estrés y en consecuencia crea un estado de profunda calma que estimula el sueño.

Las posturas que estimulan y alivian los órganos internos y mejoran la concentración son excelentes aliados y permiten restaurar el cuerpo, disfrutar del silencio interior y relajar tensiones del cuerpo para volver a un estado de salud.